miércoles, 17 de diciembre de 2008

- Los Crímenes de la Calle Morgue

[fragmento]

Las condiciones mentales que suelen considerarse como analíticas son, en sí mismas, poco susceptibles de análisis. Las consideramos tan sólo por sus efectos. De ellas sabemos, entre otras cosas, que son siempre, para el que las posee, cuando se poseen en grado extraordinario, una fuente de vivísimos goces. Del mismo modo que el hombre fuerte disfruta con su habilidad física, deleitándose en ciertos ejercicios que ponen sus músculos en acción, el analista goza con esa actividad intelectual que se ejerce en el hecho de desentrañar. Consigue satisfacción hasta de las más triviales ocupaciones que ponen en juego su talento. Se desvive por los enigmas, acertijos y jeroglíficos, y en cada una de las soluciones muestra un sentido de agudeza que parece al vulgo una penetración sobrenatural. Los resultados, obtenidos por un solo espíritu y la esencia del método, adquieren realmente la apariencia total de una intuición.
Esta facultad de resolución está, posiblemente, muy fortalecida por los estudios matemáticos, y especialmente por esa importantísima rama de ellos que, impropiamente y sólo teniendo en cuenta sus operaciones previas, ha sido llamada par excellence análisis. Y, no obstante, calcular no es intrínsecamente analizar. Un jugador de ajedrez, por ejemplo, lleva a cabo lo uno sin esforzarse en lo otro. De esto se deduce que el juego de ajedrez, en sus efectos sobre el carácter mental, no está lo suficientemente comprendido. Yo no voy ahora a escribir un tratado, sino que prologo únicamente un relato muy singular, con observaciones efectuadas a la ligera. Aprovecharé, por tanto, esta ocasión para asegurar que las facultades más importantes de la inteligencia reflexiva trabajan con mayor decisión y provecho en el sencillo juego de damas que en toda esa frivolidad primorosa del ajedrez. En este último, donde las piezas tienen distintos y bizarres movimientos, con diversos y variables valores, lo que tan sólo es complicado, se toma equivocadamente —error muy común— por profundo. La atención, aquí, es poderosamente puesta en juego. Si flaquea un solo instante, se comete un descuido, cuyos resultados implican pérdida o derrota. Como quiera que los movimientos posibles no son solamente variados, sino complicados, las posibilidades de estos descuidos se multiplican; de cada diez casos, nueve triunfa el jugador más capaz de concentración y no el más perspicaz. En el juego de damas, por el contrario, donde los movimientos son únicos y de muy poca variación, las posibilidades de descuido son menores, y como la atención queda relativamente distraída, las ventajas que consigue cada una de las partes se logran por una perspicacia superior. Para ser menos abstractos supongamos, por ejemplo, un juego de damas cuyas piezas se han reducido a cuatro reinas y donde no es posible el descuido. Evidentemente, en este caso la victoria —hallándose los jugadores en igualdad de condiciones— puede decidirse en virtud de un movimiento recherche resultante de un determinado esfuerzo de la inteligencia. Privado de los recursos ordinarios, el analista consigue penetrar en el espíritu de su contrario; por tanto, se identifica con él, y a menudo descubre de una ojeada el único medio —a veces, en realidad, absurdamente sencillo— que puede inducirle a error o llevarlo a un cálculo equivocado.
Desde hace largo tiempo se conoce el whist por su influencia sobre la facultad calculadora, y hombres de gran inteligencia han encontrado en él un goce aparentemente inexplicable, mientras abandonaban el ajedrez como una frivolidad. No hay duda de que no existe ningún juego semejante que haga trabajar tanto la facultad analítica. El mejor jugador de ajedrez del mundo sólo puede ser poco más que el mejor jugador de ajedrez; pero la habilidad en el whist implica ya capacidad para el triunfo en todas las demás importantes empresas en las que la inteligencia se enfrenta con la inteligencia. Cuando digo habilidad, me refiero a esa perfección en el juego que lleva consigo una comprensión de todas las fuentes de donde se deriva una legítima ventaja. Estas fuentes no sólo son diversas, sino también multiformes. Se hallan frecuentemente en lo más recóndito del pensamiento, y son por entero inaccesibles para las inteligencias ordinarias. Observar atentamente es recordar distintamente. Y desde este punto de vista, el jugador de ajedrez capaz de intensa concentración jugará muy bien al whist, puesto que las reglas de Hoyle, basadas en el puro mecanismo del juego, son suficientes y, por lo general, comprensibles. Por esto, el poseer una buena memoria y jugar de acuerdo con «el libro» son, por lo común, puntos considerados como la suma total del jugar excelentemente. Pero en los casos que se hallan fuera de los límites de la pura regla es donde se evidencia el talento del analista. En silencio, realiza una porción de observaciones y deducciones. Posiblemente, sus compañeros harán otro tanto, y la diferencia en la extensión de la información obtenido no se basará tanto en la validez de la deducción como en la calidad de la observación. Lo importante es saber lo que debe ser observado. Nuestro jugador no se reduce únicamente al juego, y aunque éste sea el objeto de su atención, habrá de prescindir de determinadas deducciones originadas al considerar objetos extraños al juego. Examina la fisonomía de su compañero, y la compara cuidadosamente con la de cada uno de sus contrarios. Se fija en el modo de distribuir las cartas a cada mano, con frecuencia calculando triunfo por triunfo y tanto por tanto observando las miradas de los jugadores a su juego. Se da cuenta de cada una de las variaciones de los rostros a medida que avanza el juego, recogiendo gran número de ideas por las diferencias que observa en las distintas expresiones de seguridad, sorpresa, triunfo o desagrado. En la manera de recoger una baza juzga si la misma persona podrá hacer la que sigue. Reconoce la carta jugada en el ademán con que se deja sobre la mesa. Una palabra casual o involuntaria; la forma accidental con que cae o se vuelve una carta, con la ansiedad o la indiferencia que acompañan la acción de evitar que sea vista; la cuenta de las bazas y el orden de su colocación; la perplejidad, la duda, el entusiasmo o el temor, todo ello facilita a su aparentemente intuitiva percepción indicaciones del verdadero estado de cosas. Cuando se han dado las dos o tres primeras vueltas, conoce completamente los juegos de cada uno, y desde aquel momento echa sus cartas con tal absoluto dominio de propósitos como si el resto de los jugadores las tuvieran vueltas hacia él.
El poder analítico no debe confundirse con el simple ingenio, porque mientras el analista es necesariamente ingenioso, el hombre ingenioso está con frecuencia notablemente incapacitado para el análisis. La facultad constructiva o de combinación con que por lo general se manifiesta el ingenio, y a la que los frenólogos, equivocadamente, a mi parecer, asignan un órgano aparte, suponiendo que se trata de una facultad primordial, se ha visto tan a menudo en individuos cuya inteligencia bordeaba, por otra parte, la idiotez, que ha atraído la atención general de los escritores de temas morales. Entre el ingenio y la aptitud analítica hay una diferencia mucho mayor, en efecto, que entre la fantasía y la imaginación, aunque de un carácter rigurosamente análogo. En realidad, se observará fácilmente que el hombre ingenioso es siempre fantástico, mientras que el verdadero imaginativo nunca deja de ser analítico.

El relato que sigue a continuación podrá servir en cierto modo al lector para ilustrarle en una interpretación de las proposiciones que acabo de anticipar.
Encontrándome en París durante la primavera y parte del verano de 18..., conocí allí a Monsieur C. Auguste Dupin. Pertenecía este joven caballero a una excelente, o, mejor dicho, ilustre familia, pero por una serie de adversos sucesos se había quedado reducido a tal pobreza, que sucumbió la energía de su carácter y renunció a sus ambiciones mundanas, lo mismo que a procurar el restablecimiento de su fortuna. Con el beneplácito de sus acreedores, quedó todavía en posesión de un pequeño resto de su patrimonio, y con la renta que éste le producía en
contró el medio, gracias a una economía rigurosa, de subvenir a las necesidades de su vida, sin preocuparse en absoluto por lo más superfluo. En realidad, su único lujo eran los libros, y en París éstos son fáciles de adquirir. (...)

Íbamos una noche paseando por una calle larga y sucia, cercana al Palais Royal. Al parecer, cada uno de nosotros se había sumido en sus propios pensamientos, y por lo menos durante quince minutos ninguno pronunció una sola sílaba. De pronto, Dupin rompió el silencio con estas palabras:
—En realidad, ese muchacho es demasiado pequeño y estaría mejor en el Théâtre des Varietés.
—No cabe duda —repliqué, sin fijarme en lo que decía y sin observar en aquel momento, tan absorto había estado en mis reflexiones, el modo extraordinario con que mi interlocutor había hecho coincidir sus palabras con mis meditaciones.
Un momento después me repuse y experimenté un profundo asombro.
—Dupin —dije gravemente—, lo que ha sucedido excede mi comprensión. No vacilo en manifestar que estoy asombrado y que apenas puedo dar crédito a lo que he oído. ¿Cómo es posible que haya usted podido adivinar que estaba pensando en... ?
Diciendo esto, me interrumpí para asegurarme, ya sin ninguna dada, de que él sabía realmente en quién pensaba.
—¿En Chantilly? —preguntó—. ¿Por qué se ha interrumpido? Usted pensaba que su escasa estatura no era la apropiada para dedicarse a la tragedia.
Esto era precisamente lo que había constituido el tema de mis reflexiones. Chantilly era un ex zapatero remendón de la rue Saint Denis que, apasionado por el teatro, había representado el papel de Jeries en la tragedia de Crebillon de este título. Pero sus esfuerzos habían provocado la burla del público.
—Dígame usted, por Dios —exclamé—, por qué método, si es que hay alguno, ha penetrado usted en mi alma en este caso.
Realmente, estaba yo mucho más asombrado de lo que hubiese querido confesar.
—Ha sido el vendedor de frutas —contestó mi amigo— quien le ha llevado a usted a la conclusión de que el remendón de suelas no tiene la suficiente estatura para representar el papel de Jerjes et id genus omne.
—¿El vendedor de frutas? Me asombra usted. No conozco a ninguno.
—Sí; es ese hombre con quien ha tropezado usted al entrar en esta calle, hará unos quince minutos.
Recordé entonces que, en efecto, un vendedor de frutas, que llevaba sobre la cabeza una gran banasta de manzanas, estuvo a punto de hacerme caer, sin pretenderlo, cuando pasábamos de la calle C... a la calleja en que ahora nos encontrábamos. Pero yo no podía comprender la relación de este hecho con Chantilly.
No había por qué suponer charlatanerie alguna en Dupin.
—Se lo explicaré —me dijo—. Para que pueda usted darse cuenta de todo claramente, vamos a repasar primero en sentido inverso el curso de sus meditaciones desde este instante en que le estoy hablando hasta el de su rencontre con el vendedor de frutas. En sentido inverso, los más importantes eslabones de la cadena se suceden de esta forma: Chantilly, Orión, doctor Nichols, Epicuro, estereotomía de los adoquines y el vendedor de frutas.
Existen pocas personas que no se hayan entretenido, en cualquier momento de su vida, en recorrer en sentido inverso las etapas por las cuales han sido conseguidas ciertas conclusiones de su inteligencia. Frecuentemente es una ocupación llena de interés, y el que la prueba por primera vez se asombra de la aparente distancia ilimitada y de la falta de ilación que parece median desde el punto de partida hasta la meta final. Júzguese, pues, cuál no sería mi asombro cuando escuché lo que el francés acababa de decir, y no pude menos de reconocer que había dicho la verdad. Continuó después de este modo:
—Si mal no recuerdo, en el momento en que íbamos a dejar la calle C... hablábamos de caballos. Éste era el último tema que discutimos. Al entrar en esta calle, un vendedor de frutas que llevaba una gran banasta sobre la cabeza, pasó velozmente ante nosotros y lo empujó a usted contra un montón de adoquines, en un lugar donde la calzada se encuentra en reparación. Usted puso el pie sobre una de las piedras sueltas, resbaló y se torció levemente el tobillo. Aparentó usted cierto fastidio o mal humor, murmuró unas palabras, se volvió para observar el montón de adoquines y continuó luego caminando en silencio. Yo no prestaba particular atención a lo que usted hacía, pero, desde hace mucho tiempo, la observación se ha convertido para mí en una especie de necesidad.
»Caminaba usted con los ojos fijos en el suelo, mirando, con malhumorada expresión, los baches y rodadas del empedrado, por lo que deduje que continuaba usted pensando todavía en las piedras. Procedió así hasta que llegamos a la callejuela llamada Lamartine, que, a modo de prueba, ha sido pavimentada con tarugos sobrepuestos y acoplados sólidamente. Al entrar en ella, su rostro se iluminó, y me di cuenta de que se movían sus labios. Por este movimiento no me fue posible dudar que pronunciaba usted la palabra «estereotomía», término que tan afectadamente se aplica a esta especie de pavimentación. Yo estaba seguro de que no podía usted pronunciar para sí la palabra «estereotomía» sin que esto le llevara a pensar en los átomos, y, por consiguiente, en las teorías de Epicuro. Y como quiera que no hace mucho rato discutíamos este tema, le hice notar a usted de qué modo tan singular, y sin que ello haya sido muy notado, las vagas conjeturas de ese noble griego han encontrado en la reciente cosmogonía nebular su confirmación. He comprendido por esto que no podía usted resistir a la tentación de levantar sus ojos a la gran nobula de Orión, y con toda seguridad he esperado que usted lo hiciera. En efecto, usted ha mirado a lo alto, y he adquirido entonces la certeza de haber seguido correctamente el hilo de sus pensamientos. Ahora bien, en la amarga tirada sobre Chantilly, publicada ayer en el Musée, el escritor satírico, haciendo mortificantes alusiones al cambio de nombre del zapatero al calzarse el coturno, citaba un verso latino del que hemos hablado nosotros con frecuencia. Me refiero a éste:
Perdidit antiquum litera prima sonum.
»Yo le había dicho a usted que este verso se relacionaba con la palabra Orión, que en un principio se escribía Urión. Además, por determinadas discusiones un tanto apasionadas que tuvimos acerca de mi interpretación, tuve la seguridad de que usted no la habría olvidado. Por tanto, era evidente que asociaría usted las dos ideas: Orión y Chantilly, y esto lo he comprendido por la forma de la sonrisa que he visto en sus labios. Ha pensado usted, pues, en aquella inmolación del pobre zapatero. Hasta ese momento, usted había caminado con el cuerpo encorvado, pero a partir de entonces se irguió usted, recobrando toda su estatura. Este movimiento me ha confirmado que pensaba usted en la diminuta figura de Chantilly, y ha sido entonces cuando he interrumpido sus meditaciones para observar que, por tratarse de un hombre de baja estatura, estaría mejor Chantilly en el Théâtre des Varietés.

(...)

sábado, 6 de diciembre de 2008

A TOM SAWYER

Siempre se me escucha hablar del Destino... y cada día me convenzo más de él.
Este Blog lo abandone hace ya varios meses, la verdad estaba completamente olvidado.
Esta noche llegué a mi casa, y quien sabe porqué, me nació la necesidad de escribir... Luego recordé que todavia tenía el lugar para hacerlo... Inicié sesión, releí los pocos textos que subí... y ahi estaba.... tu Comentario...
Ves? esas son las cosas del destino... quien sabe cómo o Porqué caiste en este espacio, justamente Vos, mi aún Querido Amigo.
Solo te diré una cosa (aunque sé que es la más obvia del universo, para alguien que me conoció tanto como vos llegaste a hacerlo):
Es Verdad, Era ÉL.






domingo, 22 de junio de 2008

- El Cuervo

Edgar Allan Poe
(Boston, 1809 - Baltimore, 1849)




Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”



“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

martes, 10 de junio de 2008

Numerología: soy 7 [siete]

Siempre creí en la Numerología... según mi fecha de nacimiento, y haciendo el cálculo correspondiente, SOY SIETE. Comparto mi descripción... y luego diganme sino es Demasiado Acertada...
El número 7

Es un intelectual, un pensador y un estudioso Cuando quiere saber algo, se convierte en un especialista e intenta ver por debajo del agua. Es difícil ser un 7 y encajar en la sociedad por lo que suelen desmarcarse del resto de las personas.

Las personas de esta vibración son las más herméticas, enigmáticas y extrañas de toda la escala numerológica. La profundidad de su pensamiento, su gran intuición y su espiritualidad, los distancian de las personas que tienen inquietudes e interés más materialistas. Ninguna otra vibración produce personas con tanta profundidad interior ni dignidad personal. El misterio que parece envolverlos, emana de un espíritu obsesionado con la búsqueda del conocimiento, un espíritu cultivado e inquieto que ha llegado a comprender que la Revelación sólo le vendrá investigando, estudiando y buceando en su propio interior. Magnéticos, intuitivos, perceptivos e inspirados hasta la clarividencia, nada escapa a su mente penetrante y perspicaz.

Normalmente los 7 son personas estudiosas y analíticas que poseen una enorme curiosidad y grandes poderes de observación. Mentalmente brillantes, individualistas e independientes, desconfían de todo lo que ignoran [eso es cierto, preguntenle a Antito] y a menudo están en desacuerdo con la opinión ajena, aceptando los hechos sólo cuando su riguroso criterio ha podido investigarlo, analizarlo y comprenderlo por si mismo.
Son los Santo Tomás mentales de la Escala Numerológica y su mente curiosa no cesa jamás en su búsqueda de la verdad y el porqué de las cosas.

Poco comunicativos, cautelosos y a menudo reprimidos, detestan las exhibiciones temperamentales, son a menudo solitarios y retraídos por naturaleza y buscan la soledad para meditar, encontrarse a si mismos y fortalecer su espíritu. La soledad de los 7 es interior y no depende de su entorno.
Estas personas casi siempre tienen gustos exquisitos y quieren de lo bueno lo mejor, les atraen los viajes, la vida cómoda y los ambientes cultos y refinados. [les falto incluir mi gusto obsesivo por el chocolate]
Orgullosamente dignos y contenidos los 7 irradian una distinción y elegancia que les impide airear sus sentimientos o sus problemas, así como relacionarse con personas bastas y ordinarias porque tienen un espíritu selecto que no admite medianías de ningún tipo.

A menudo es difícil ser un 7 y encajar en la sociedad por lo que suelen desmarcarse del resto de las personas y su vida interior a veces los aísla y distancia de los demás. Casi siempre hay una gran distinción en la apariencia externa de los 7. Irradian clase y señorío, una clase que nace de su profundidad interior y que a menudo se refleja también en sus ojos serios y profundos, unos ojos que hablan de un alma vieja y muy sabia. [que poético que suena eso...]

Sin embargo su apariencia seria y distante, ahuyenta los intentos de acercamiento de otras personas y suelen ser las personas más incomprendidas de la Escala Numerológica. A menudo son catalogados como fríos, engreídos, orgullosos o antipáticos, pero no hay nada de esto. Lo que sucede es que sabiendo, (a nivel subconsciente) que son extremadamente sensibles y vulnerables, tratan de defender sus sentimientos y su intimidad. Aunque para ellos es muy fácil penetrar en el interior de los demás gracias a su intuición y a sus desarrollados poderes de observación, pocas personas pueden llegar a conocerlos a ellos profundamente porque no exteriorizan sus sentimientos y rehuyen el contacto físico. Sienten mucho, pero exteriorizan tan poco que sólo una persona tan sutil y espiritual como ellos puede comprenderlos.

Eminentemente inspirados y receptivos, sus razonamientos filosóficos y profundos les facilitan los estudios y la investigación.
Su utópica fantasía que a veces les hace buscar un mundo perfecto e irreal les lleva a evadirse de la realidad cuando ésta no es tan ideal ni tan hermosa como ellos sueñan. A veces lo hacen mentalmente, abstrayéndose y dejando vagar su imaginación de manera que se desconectan totalmente de la realidad. (Esta es la evasión más corriente y típica de los 7 y se manifiesta en ellos desde niños) Pueden hacerlo también por medio de la lectura, ya que casi siempre los 7 son voraces lectores y esta afición les aporta un enorme caudal de conocimientos. (Muchos 7 importantes y famosos en muchos campos, han sido autodidactas). Sin embargo las evasiones más peligrosas de algunos 7 suelen ser el alcohol, el sexo o la droga. Esto sucede casi siempre cuando el Cuadro de Nacimiento es débil y a la persona, incapaz de aceptar la realidad si esta es sórdida o difícil, le faltan las fuerzas para sobreponerse.

Originales, creativos, orgullosos e individualistas, no aceptan fácilmente consejos o ayuda de ninguna especie y siguen sus ideas hasta las últimas consecuencias, [ay dios!, jaja, podría ser mi boigrafía esto] sin importarles la opinión o el juicio de los demás. Un 7 siempre tendrá la valentía de no transigir si defiende sus creencias, por lo que a menudo recorren su camino de vida en solitario.

Características negativas del número 7

Las personas 7 tienen tendencia a las depresiones periódicas y muchos de ellos tienden a vivir en un mundo ficticio sin adaptarse a la realidad, recurriendo a cualquier medio para autoengañarse.
Pueden llegar a ser pesimistas, sombríos, huraños, desconfiados, acomplejados y egoístas.
Si el resto del Cuadro muestra números reprimidos, austeros y severos, su tendencia a la depresión puede llevarlos a la obsesión, la neurosis y la frigidez emocional.
Algunos 7 son obsesos de la pulcritud y el aseo. Temen los contagios, especialmente de los lugares públicos y pueden convertirse en auténticos maníacos.
Frenados y reprimidos, sienten necesidad de libertad pero son incapaces de soltarse.
Si aparecen muchos números 7 en un Cuadro Numerológico llegan a ser utópicos visionarios fuera de la realidad y pueden creerse iluminados.

Vocación - profesión y posibilidades económicas del número 7

Las personas de esta Vibración se desenvuelven muy bien en todas las actividades donde sean importantes la calidad y la seguridad, porque sus metas son la perfección y la maestría. Como son muy analíticos lo desmenuzan todo y les gusta llegar al fondo de las cosas, por lo que los resultados que alcanzan suelen ser óptimos en cualquier profesión que elijan.

Casi siempre tienen facilidad para ganarse la confianza de las personas con que trabajan, siendo admirados por sus conocimientos y su cultura; conocimientos que adquieren leyendo, estudiando, investigando y analizando.
Normalmente son personas serias y poco comunicativas en un plano íntimo y personal, pero suelen tener facilidad de palabra en lo profesional.

Las personas 7 tienen grandes poderes psíquicos y su intuición está más desarrollada que en los nativos de otras Vibraciones, de manera que suelen soñar despiertos, pero rara vez usarán sus momentos libres para divertirse frívolamente, sino para aislarse y cultivar su espíritu. El contacto con la naturaleza es muy importante para ellos ya que les permite meditar y encontrarse a si mismos. Siempre saldrán de este contacto totalmente renovados y listos de nuevo para enfrentarse al mundo.

Siempre trabajaran mejor por su cuenta o bajo las órdenes de personas que respeten y admiren. Las sociedades no les van bien a menos que los socios sean tan perfeccionistas como ellos y las cláusulas de la Sociedad les dejen libertad de acción.
Normalmente cuando toman una decisión se muestran muy activos y perseverantes, sin flaquear hasta alcanzar sus objetivos.

  • Sobresalen en las actividades científicas. Por su intuición y conocimiento del alma humana como psicólogo, psiquiatras. [aquí coincido mucho, no se que hago estudiando abogacia...] Su curiosidad y su mente despierta, penetrante y analítica que alcanza brillantes razonamientos les permite crear, perfeccionar e innovar en muchos campos, especialmente en el científico, en la investigación e invención. También pueden ser brillantes matemáticos y economistas.
  • Destacan en La enseñanza y letras ya que casi siempre tienen habilidad para expresarse por escrito, de manera que podrían alcanzar notoriedad como novelistas, comediógrafos, ensayistas, guionistas, críticos literarios (especialmente) y dramaturgos. [uia, esta parte me gustó (H) ]También les va bien todos los trabajos relacionados, como libreros, bibliotecarios, archiveros, coleccionistas, etc. y también suelen ser excelentes profesores.
  • Actividades artísticas: poseen talento interpretativo, pero el mundo del teatro y el cine termina agobiándoles y desequilibra su sistema nervioso. En la música tendrían más éxito como ejecutantes que como compositores. Su acusado sentido de la belleza y la estética puede serles muy útil en el diseño de modas, joyas, etc. así como en la decoración de interiores o en Institutos de Belleza, Estética o Peluquería.
  • Aunque pueden tener excelentes ideas, carecen del sentido práctico y comercial que se necesita en el mundo de los Negocios.
  • Sin embargo, pueden alcanzar buenos resultados al frente de agencias de bienes raíces o de matrimonio, también como representantes de artistas, promotores de negocios o tasadores. Como les encanta viajar se sentirán muy a gusto como encargados de Agencias de Viajes, oficinas de turismo o como guías.
  • Paraciencias: hay más personas relacionadas con el ocultismo y la metafísica en esta Vibración que en casi todas las demás. Parapsicólogos, videntes, astrólogos, numerólogos, grafólogos, quirománticos, etc. [yo leo las cartas del tarot] alcanzan éxito y notoriedad tanto en la práctica como en la enseñanza.
  • Otras profesiones: a menudo les atrae mucho la arqueología y pueden tener éxito no solo en este campo, sino como geólogos, ingenieros de minas y metalurgia, anticuarios, joyeros y expertos en piedras preciosas. Su amor a la naturaleza y a los animales les permite desenvolverse extraordinariamente bien como agricultores, naturalistas, botánicos, horticultores, floristas, guardabosques, carpinteros y ebanistas. Como les encanta el mar se desempeñaran muy bien como pescadores, marinos mercantes, oficiales navales, navegantes solitarios etc. Y también por supuesto como veterinarios, instructores y domadores de animales.
  • Si su vida profesional es muy agitada, deben desarrollar una actividad que les aporte tranquilidad y equilibrio en sus horas libres, algo como coleccionar antigüedades, deportes al aire libre, la búsqueda de minas y tesoros y también escribir, leer o investigar en cualquier campo.
  • Como empleados los 7 son responsables, laboriosos y perfeccionistas, pero se desenvolverán siempre mejor si se les concede cierto grado de independencia.
  • Como Patrones deben buscar empleados eficientes y responsables que se desenvuelvan bien por propia iniciativa, porque a los 7 no les gusta mandar ni imponerse a los demás.
  • [aja.. pero según esto soy buena encasi todo... mmm.. me suena a verso]

Pueden tener una vida importante y de prestigio en su medio ambiente. Su inteligencia, su talento y su brillantez, les permiten destacar y existe la posibilidad de que en su vida profesional alcancen más brillantez que dinero.
Aunque pertenecen a una de las Vibraciones menos materialistas, les interesa tener el dinero suficiente para vivir bien porque son refinados y siempre quieren lo mejor de lo mejor. No les interesa atesorar el dinero y si lo tienen, casi nunca presumen de él. Esto no quiere decir que no tengan habilidad para ganarlo, todo lo contrario, ya que un 7 a menudo le acompaña el éxito (pero en la gran mayoría de los casos, la popularidad y la notoriedad les desagrada). [esto es muy cierto en mi caso]

Normalmente el 7 no derrocha, puede ceñirse a un presupuesto y economía cuando es necesario porque reconoce la importancia del dinero, pero si quiere sacarle provecho a su dinero debe entregar su administración a otras personas, porque él no tiene sentido práctico, ni el dinero es la meta de su vida.

Amor - afinidades del número 7

Las personas de esta Vibración suelen tener pocos amigos íntimos porque son extraordinariamente selectivos y aunque saben escuchar, detestan las habladurías y no les gusta mezclarse con la gente ordinaria o superficial, pero cuando entregan su amistad son desinteresados, generosos y muy leales. [tal cual]

Esta Vibración da un predominio mental, de manera que las personas 7 suelen no involucrarse emocionalmente y cuando es necesario pueden tomar decisiones tajantes y definidas, en las que actúa la cabeza y no el corazón. [si si, así es, preguntenle a mi ex...]
Como casi siempre son personas introvertidas y de pocas palabras, les disgustan las aglomeraciones y los grandes eventos sociales, pero suelen ser abiertos y comunicativos cuando se encuentran en pequeños grupos de personas que compartan sus mismos intereses.
Normalmente son muy celosos de su intimidad y siempre tratan de poner una barrera a la curiosidad o intromisión ajena. Muchas veces su aire frío y distante malogra los intentos de acercamiento de otras personas y esto les perjudica en sus relaciones sentimentales, dificultándoles encontrar la felicidad y la estabilidad en pareja.

Se les admira mucho, pero a menudo desde lejos y la mayoría de los 7 son personas finas y solícitas, atentas y educadas, galantes y consideradas, pero no afectuosas ni demostrativas.
Soñadores, emotivos y muy sensibles, los 7 son tímidos e introvertidos por la misma profundidad de sus sentimientos, a los que les cuesta mucho dar salida o expresarlos con palabras. Por eso, a menudo son personas solitarias a las que les cuesta encontrar su alma gemela y que muchas veces llegan incluso a sentirse solos en compañía, por falta de comunicación con su pareja. Bajo esta Vibración hay más solterones y personas separadas que en ninguna otra.

viernes, 6 de junio de 2008

Amarte a tí. Ricardo Arjona.

Era quien sabe que día del mes de noviembre en 2007... estaba contenta porque habias venido..
Creo que habiamos pasado un par de horas, hablando de cosas tontas, de esas que no tienen la menor importancia.
A pesar de estar solos los dos... manteniamos una distancia innecesaria. ¿te das cuenta de lo raro que somos? En ese momento no teniamos objeción alguna por estar juntos, y sin embargo, no lo estabamos... y cuando no se nos esté permitido, parece que nos atraemos mucho más, casi a propósito.
Ya estabas por irte... de pronto fingiendo la naturalidad más pura que pudiste, dijiste:
- Sabés... anoche estuve escuchando el último cd de Arjona... Santo Pecado
-¿Sí? ...¿estabas romántico?
Te reíste, pero enmudeciste rápido.
- El último tema. la canción 14... me hace acordar a vos. Te la dedico.
Te levantaste enseguida, y por mi pensamiento cruzo la idea de que habías ido solo para decirme eso...
-¿Como se llama el tema?- te dije al reaccionar
-Amarte a tí- y casi como si me hubieras leído la mente, te apresuraste a añadir- y ni pienses que te voy a decir de que se trata.
Nos dimos un beso... en la mejilla. Mientras subias a tu auto, solo me dijiste:
-Acordate: canción 14. Escuchala.

Amarte a ti no es lo mejor, lo tengo claro
habiendo tantas cosas por hacer, menos traumaticas
como hallarle figuras a las nubes como ir al cine o no hacer nada
Amarte a ti no es lo mejor, pero me gusta
quizas estoy jugando como siempre al masoquista
en vez de distraerme con el futbol o como el internet como hacen todos.
Amarte a ti no es lo mejor, pero es perfecto
para encontrarle algun sentido a esta rutina
de ser por siempre solo un ciudadano solo uno mas
Amarte a ti me hace sufrir que buena suerte
para acordarme de que existo y de que siento
para tener en que pensar todas las noches, para vivir
Amarte a ti es un veneno que da vida
es una antorcha que se enciende si se apaga
es lo sublime junto con lo idiota
es lo que siento y a quien le importa
Amarte a ti es la verdad mas mentirosa
es lo mejor de lo peor que me ha pasado
es la ruleta rusa por un beso, es lo de siempre improvisado
Amarte a ti es un error dice un amigo
que cree que ser feliz es estar libre
y se pierde del matiz que da lo incierto, amarte a ti
es la embajada de un instante en mi cerebro
es tambien haberte odiado un par de veces
amarte a ti es un absurdo y lo sabemos
y asi sera... MIENTRAS NOS DURE.
Mientras nos dure...
Duró poco en ese momento... pero pienso que Tenía que ser así.
De todas formas no es fácil precisar con tiempo nuestra relación... a veces pienso que no los tiene... ni tiempos, ni espacios... es desde siempre, es como eterna.
Lo nuestro es así, y así me gusta.

miércoles, 4 de junio de 2008

Mañana, tal vez.

La rotunda mudez de la noche a veces logra perturbarme. Reviso cada puerta, cada ventana, todo debe estar perfectamente cerrado. Apago las luces, una por una, y me fijo que el gas este cerrado también.
Antes de caminar por el frío pasillo hacia mi habitación, doy un último vistazo a cada cuarto en la casa. El silencio me abruma al fin sin piedad, y ese vacío en el hogar despierta en mí una profunda nostalgia…
Me pregunto si esta soledad de alguna manera es mi castigo…y la verdad es que temo descubrir que es así… no porque le tema al hecho en si mismo de estar sola, sino porque lo que él me dijo alguna vez, se habrá cumplido... y no quisiera admitir que me ha ganado, pues tenía razón… ¿Aunque que demonios importa ya?... ni siquiera debe recordarme… y yo debería dejar de hacerlo.

Entro en mi cuarto y enciendo el velador…es triste descubrir que el vacío del hogar, se encuentra también instalado en mi pecho... invadiendome como una sombra cruel.
Miro la repisa que cuelga en la pared. Fotografías de mi familia y amigos, de tiempos tan remotos que parecen ajenos a mi historia actual. Me veía feliz... Despreocupada… que tonta que soy.
Programo la alarma a las 6.15 a.m., como todos los días. Enciendo el televisor, y lo dejo sin volumen… es un intento, algo absurdo en realidad, de sentirme un poquito acompañada, de sentirme un poquito menos sola.
Una vez en lo oscuro, entre mis sabanas y almohadones empiezo a recordar, que soy la dueña y señora de mi vida… que yo fui quien la eligió así.
Tal vez sea hora de cambiar un poco mi vida… y reconocer que al fin y al cabo sí me equivoque… no es tarde para que pida disculpas a quienes tenga que darlas, ni para que busque nuevos caminos que recorrer y nuevas personas por conocer. Es mejor que cambie esta maldita manía de hacer como si nada ni nadie me importara, y que puedo hacer todo sin ayuda de nadie.
Seguramente mañana será un día mejor. Mañana tomaré una dirección distinta… mañana me permitiré cambiar, para ver si así encuentro eso que llaman felicidad, y que tanto quiere todo el mundo. Dudo mucho acerca de la existencia de algo tan ideal, de algo tan perfecto… pero tanto hablan de ella, que vale la pena averiguarlo. De todas formas lo haré, mañana…

jueves, 29 de mayo de 2008

Sólo vos lo entenderías...

Paraná, 10 de mayo de 2008
Querido Diario:
Nunca me arrepiento de nada... mucho menos de esto.
... Para mí, fue una noche Hermosa. Lástima que ya terminó.
Siempre es lo mismo... Y es curioso que aún sabiendo que es inútil, que se pierde más de lo que se gana, que no es para nada gracioso, que es tan efímero... se vuelve a caer... y en la despedida, a pesar de intuir que en la mañana siguiente todo deba olvidarse, me queda esa alegre sensación de que algun día, tal vez en el lugar más inesperado, el Destino nos encontrará, otra vez.-

miércoles, 28 de mayo de 2008

Presentación-




Me presento:

Mi nombre es Eliana Gimena Digiovani y tengo 18 años. Vivo en una ciudad que aún tiene la mentalidad de un pueblo, se llama Paraná. Queda en la provincia argentina de Entre Ríos... Aquí mismo curso mi carrera... estudio derecho. Si, así es... tal vez estén leyendo a una futura abogada... pero no se preocupen, no pienso ser como son todos los abogados o por lo menos como la mayoría... yo voy a ser más corrupta.
La idea de iniciar este blog, viene porque me gustaría compartir algunos textos que he escrito, y lo hago por este medio porque pienso que no hay otro mejor, por lo menos por ahora.
No me interesa si los textos parecen confusos, o carecen de significado para uds., lo que escribo es para mí, para nadie más en cuanto al verdadero sentido... siempre dije que los escritores que dicen escribir para su público, mienten... claro, me refiero a los escritores del alma, a los buenos, no a los capitalistas que escriben cualquier basura y lo único que les interesa es vender. Cuando uno escribe siempre deja algo de sí en las palabras impresas en el papel... no puedo imaginarme escribiendo algo que no siento, o por lo menos algo que no haya vivido o visto en personas cercanas... creo que nadie puede hacerlo, al menos sin mentirse, sin ser completamente sincero.
También me gusta mucho leer...Cuando leo un poema, una novela o lo que fuere... tengo esa leve sensación que el autor quiso decir algo más allá de lo que dijo, como confiándome un preciado secreto, pero sin contármelo... mis textos son así, sin excepción, incluso en el caso de parecer la cosa más clara o transparente que se haya escrito, esconden algo detrás, algo impensable... oscuro si se quiere... a través de mis textos se verá apenas un reflejo de mis verdaderos pensamientos. Nadie jamás podrá tocarlos, porque hasta el imaginarlos es difícil. Y si un día se acercan a aquello que está tan bien escondido.. les sugiero que tengan cuidado...no es fácil descubrir y aceptar aquello que hay detrás de una mente como la mía, de una Mente Peligrosa...
Eli,
/dangeroussmindd