viernes, 9 de enero de 2009

Hora de Tomar Decisiones

En los períodos de calma, se me da por reflexionar; siempre descubriendo lo mismo… Tengo miedo. Miedo del TIEMPO… ese misterio de vida y muerte que pasa raudo, y no perdona, ininterrumpible, implacable… del saber que para él somos todos iguales, jamás hace excepción.
La juventud se me escapa inevitablemente, y la conciencia de ello es lo que más me mortifica.
A veces pienso que el temor mismo es el que, desdichadamente, me mueve a cometer imprudencias, por tener la falsa idea que al apresurarme tal vez le estoy ganando pequeñas batallas...
pero lo cierto es que al detenerme veo que él sigue corriendo, siempre igual, imperturbable, y que mis rápidas decisiones no me han hecho ganar más horas, minutos o segundos… Sólo me han distraído por unos instantes, haciéndome olvidar del tic-tac de los relojes y de la infalible vejez que me toma día a día.
Es terrible cuando la sensación de que has errado el camino te invade… aunque indudablemente, prefiero extender un poco más la infortunada situación en que he caído, antes que admitir demasiado pronto que me
he equivocado.
Llámenle Orgullo si quieren… yo lo llamo estabilidad. Al menos quiero convencerme de que, si bien mis elecciones nunca han sido permanentes, en su momento fueron las correctas, acaso las necesarias, las convenientes… Me da seguridad… o algo parecido a eso.
En cualquiera de los casos, mejor será que termine de divagar… debería comenzar a prepararme… Sé bien que pronto será Hora de Tomar Decisiones… Otra Vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy copado todo , pero estabilidad se adquiere cuando uno sabe que la probabilidad de cometer un error son escazas,debido a la acumulacion de experiencias otorgadas por las malas decisiones.